Cuando
todo no es lo que parece
"La
felicidad no existe. Lo único que existe es el deseo de ser feliz."
Anton Chejov
Por Omareliz
Pineda
@omarelizpa
Imágenes de Jonathan
Quiros
@chuliander86
Anton Chejov es un dramaturgo que logra poner
incomodo al espectador. El que observa una obra de este escritor ruso, sale de
la misma con más interrogantes que respuestas y es aquí donde Chejov logra su
cometido.
Sobre
el daño que hace el
tabaco, obra puesta en escena por el
grupo teatral Artilugio y dirigida por Carlos Alberto Sánchez, se trata de un
monólogo que contiene dos planos de interpretación; el primero: un hombre que
viene a dar una conferencia sobre lo nocivo que es el consumo de tabaco y el
segundo, y el más importante, la vida dañina y castrarte que lleva con su
esposa y sus siete hijas.
La limpia interpretación del señor Niujin queda a cargo del actor Frank Wiese quien deja en claro un proceso creativo de mucha introspección, que a su vez le valió el reconocimiento de Mejor Actor en el Off Art Festival 2010 en Margarita: “para mí la actuación es entregarlo todo en el escenario, como lo hizo Molière que murió en él. Para poder crear el personaje tomé cosas de mis seres queridos y las agrandé”. Frank logra generar una tensión de principio a fin, su personaje logra transmitir angustia, tristeza, resentimiento pero sobre todo mucho miedo a revelarse y salir de la condición en la que se encuentra.
La obra presenta una puesta en escena sobria
ya que el peso de la escena recae totalmente en el único personaje. El actor se
vale de ciertos objetos que se encuentran en las tablas y con los cuales cambia
de lugar, improvisa y los maneja a su antojo. Pero todo el escenario lo domina
en el medio la figura de la matrioska, una gran muñeca rusa de un metro de
estatura que se encuentra posicionada en el medio de las tablas y que
representa la figura de poder que aterroriza constantemente al personaje.
La obra escrita en 1886 refleja a una Rusia
dominada por los zares donde la sociedad vivía en represión absoluta y no
podían argumentar sus opiniones libremente. En esa Rusia la figura del señor Niujin es solo una muestra
representativa de los deseos internos que tenía la población por revelarse y
transitar un camino diferente. Aunque la obra tenga 125 años de diferencia con
nuestra época el publico puede hoy en día identificarse con ella “este es un
montaje atemporal ya que nos basamos en las emociones y la vulnerabilidad
humana”, expresa Carlos Alberto Sánchez; y son estas emociones las que, a pesar
del tiempo, no cambian en el ser humano.
Todos y cada
uno de nosotros hemos sido Niujin en algún momento. Transitamos el mundo
ocultando a los demás lo que nos gustaría decirle, lo que pensamos
verdaderamente sobre algo, lo que sentimos. En algún punto de nuestras vidas
explotamos de forma magnánima como lo hizo Niujin: con desesperación, con ganas
de salir corriendo y tener un nuevo comienzo, tener una nueva oportunidad.
Chejov nos
trasmite que no importa si al final logramos o no alcanzar esa liberación
anhelada, sino que el propio deseo de la misma es lo que nos mantiene vivos,
como bien reza el epígrafe: "La felicidad no existe. Lo único que existe es el
deseo de ser feliz."
¿Al
final Niujin se quedó con el deseo o si alcanzó la felicidad?
La pieza tendrá dos funciones especiales para sordomudos, gracias al apoyo de la Federación Venezolana de Sordos (FEVENSOR), los días 8 y 9 de junio a las 7:00pm. en el Teatro Principal.
La pieza tendrá dos funciones especiales para sordomudos, gracias al apoyo de la Federación Venezolana de Sordos (FEVENSOR), los días 8 y 9 de junio a las 7:00pm. en el Teatro Principal.
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