El performance de Teatrónicos se suma a las opciones teatrales para los más pequeños como un gran rompecabezas de historias ya contadas
Por Patrizia Aymerich
Flyer oficial del montaje
Se trata de una historia escrita por Miguel Gutiérrez –quien además es fundador de Teatrónicos- que no está totalmente definida por los códigos teatrales que conlleva este arte en sí, sino que mezcla elementos de las fiestas propias para niños. La originalidad se vuelca en una forma de armar un rompecabezas con escenas, nombres y canciones ya concebidas en las mentes de los niños. De esto se desprenden cosas como el título, que evoca la historia de la niña y los tres osos, pero que de esta no tiene nada.
También trae a la imaginación un repertorio de canciones de películas de Disney con apenas modificaciones en la letra, lo que resalta el incongruente hecho de que la propia mala de esta obra se llame “Disney”.
Estos y otros detalles, como el armario mágico –muy a lo Narnia–, y la “hora loca” –con canciones que van desde “Vamos pa´ la conga” y “Gangnam Style” – que avecina el final de la obra, permiten la duda de qué tipo de narrativa se quiere realizar para las nuevas generaciones. ¿Se trata de teatro, lecturas dramatizadas, shows para fiestas infantiles? A veces, no tener clara la respuesta puede llegar a subestimar la capacidad de entendimiento y diversión de los niños.
Se mezclan chistes de la cotidianidad del venezolano y un contexto caraqueño evidente, con una simbología rocambolesca que incluye ideas de “llevar a Ricitos a un internado” y nombres extranjeros para los personajes; lo que rompe con el imaginario de la obra.
El uso del material audiovisual es un buen recurso que ha adquirido mayor importancia en los montajes actuales, y que requiere de una mayor atención por parte de los técnicos del teatro. La magia de los cuentos de hadas puede desaparecer si los pequeños ven el play en la ventana del Windows Media Player.
A pesar de esto, Los 15 años de Ricitos de Oro es una obra con la intensión de llevar un mensaje lleno de valores familiares a los niños, quienes tienen un espacio para sonreír y hasta bailar en un concurso final, en el que pueden subirse al escenario para jugar al ula ula. Pueden también disfrutar de los destacados personajes de “Chirylandia” y llevarse un “Cheetos” para merendar.
La pieza continúa su temporada en el Teatro Premium del Centro Comercial Los Naranjos, los sábados y domingos a las 4:00pm. Costo de la entrada: 165Bs.
Lucy y Ricitos
