“Todos somos tristes desde que
nuestros pétalos comienzan a florecer”
Por Patrizia Aymerich
@Patifini
Imágenes cortesía del Grupo Teatral Fábula
El final de esa frase resulta en algo como: “…nuestra vida se basa en esperar a que nuestros tallos se marchiten y muramos”. Así de oscuro se plantea el panorama en El jardín de los lamentos, un espacio habitado tan solo por plantas corroídas por una vida en la penumbra tras desparecer la felicidad.
En esta oportunidad el Grupo Teatral Fábula relata una historia desde el
Teatro Santa Fe -ubicado en el Colegio de Médicos-, que dispone de una sala
bien llenada por el equipo de El jardín de los
lamentos. La pieza presenta un lenguaje explícitamente narrado, propio de
los cuentos de hadas. Esto hace relucir un estilo
particular del grupo, caracterizado por los cuentos fantásticos, personajes
divertidos y mensajes esperanzadores que suelen ir dirigidos a un público
infantil.
La obra se ambienta en un lugar de tristeza y de temor por la reina de este
jardín donde hace mucho tiempo que no crece una planta nueva, de hecho todas
están marchitándose ya y parece que han nacido para ver la oscuridad. Pero de
pronto nace Bella a la Medianoche, una flor que con su ternura convencerá a
todos de salvarlos, contrarreloj claro, pues ella misma solo vive 24 horas. Este
personaje y el de la reina hacen énfasis en el tiempo que funge como motor
principal de la necesidad por disfrutar la vida y conseguir en los otros el
amor que les falta. Aunque en el hilo histórico no queda claro si el cambio en
el jardín resultó en algo positivo o si por el contrario, la muerte de Bella a
la Medianoche y la revelación de la verdad para los personajes del jardín,
genera un clímax de dolor y sufrimiento melancólico que termina en la muerte.
Supera el texto a la acción y la mirada de los actores casi siempre está
dirigida al público. La puesta en escena -de Julián Izquierdo y Victoria
Salomón- presenta una planta sencilla donde destacan personajes divertidos y
diferentes, que amenizan la visión escaza de escenografía. Un espacio no
explotado en su máxima expresión siendo tantas las posibilidades que brinda el
juego vegetal y ecológico de una historia contada por plantas. Se destacan
también, y sin lugar a dudas, la música de Zarik Medina y el vestuario
realizado por Claudia Aguirre y Pedro Muñoz.
Esta pieza que determina el paso de Fábula como grupo revelación se puede
ver hasta el domingo 15 de julio en el Teatro Santa Fe, con doble función a las
2:00p.m y a las 7:00p.m. El costo de la entrada es de 80 Bs.
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