Mujeres Poseídas / Mala Conducta

La compleja intimidad femenina

 “Era como hacer el amor, pensó, cuando trituró el pellejo y la pulpa de la manzana entre sus dientes”

Por Giannina Pavone
@GinnaGinny

Fotografías de Emilio Kabchi / Cortesía de Teatro del Contrajuego

Entre copas de vino y música en vivo, toma forma una reunión íntima en la que se exponen las intrínsecas historias de tres mujeres acompañadas por un hombre. El ambiente con iluminación tenue genera una agradable sensación de cercanía que pronto se encargará de envolver a los espectadores y de hacerlos sentir parte de la velada.

Las anécdotas cargadas de ironía y erotismo lentamente van tentando al público que se deja cautivar por la sensualidad explícita de los textos. El vigoroso contenido literario, al jugar con las pasiones, la lujuria e incluso acariciando el morbo, invita al espectador a reflexionar desde otra perspectiva. El escritor Thomas Mann planteaba que “el arte es un sacramento fundado en lo carnal” esta visión parece estar en sintonía con el manejo del montaje, cuyo simbolismo es una de sus cualidades más relevantes.

“Es como hacer el amor, volvió a pensar. Uno intenta que dure más. Prolongar el dulce momento final”

Cuenta el actor masculino mientras él mismo devora una manzana y la saborea con cada mordida. De vez en cuando la intensidad de los diálogos va cubierta por un extraño humor que permite revelar en los asistentes algunas sonrisas cómplices.

Mujeres poseídas, que es la primera de un ciclo de obras denominado Mala conducta en honor al centenario de Tennessee Williams, recoge y vincula tres relatos del autor: Una manzana regalada, El reino de la tierra y el Inventario en Fontana Bella.

Es el Grupo Teatral Contrajuego el encargado de exhibir esta pieza, bajo la dirección de Ricardo Nortier. Ahora en el Celarg los viernes y sábados a las 8pm y los domingos a las 6pm.