El escenario se pregna del estilo inconfundible de Diana Volpe y resalta por la expresividad y alteración de la condición humana que le imprimen los actores.
Por Patrizia Aymerich
Él intenta reencontrarse emocionalmente con su esposa y volver a su hogar, pero ella no lo acepta por su dificultad para hablar, más allá de su tartamudez. Dos amigas se ríen de la sociedad en un bar, y se reflejan en la plasticidad de sus historias para decirse lo que piensan la una de la otra. Este joven desea irse a un lugar mejor, salir del aislamiento y no ver más a su madre, pues todo parece ser parte de su decandencia: el insomnio, la sinusitis… Mientras que ellos viven una aventura adolescente, en la cual lo nuevo es lo de siempre y él no vuelve a casa sino hasta tarde.
Cuatro escenas de diferentes obras de Tenesse Williams se reúnen en una recopilación hecha por la directora y dramaturga Diana Volpe, para engendrar Háblame como la Lluvia. Una hilación de la que se extrae la importancia de la comunicación en la vida del ser humano, la conexión implícita de nuestras acciones y la contención de un sufrimiento que crece con el pasar de los años.
En todas las escenas siempre hay dos tipos de personajes: los reprimidos e incapaces y sus complementos con intenciones de protección y control, pero igual de frágiles. Se apoyan mutuamente en el intento por rescatarse a sí mismos del miedo a la soledad y a la lejanía, y pretenden entender lo que el otro necesita sin llegar a una conversación sincera.
En un concepto minimalista y con relevancia expresiva, la pieza da lugar a un juego imaginativo producto del texto. La voz son los escenarios, las puertas, los objetos; y el tiempo salta drásticamente con transiciones espasmódicas que encajan perfecto en los cambios de humor de los personajes. El escenario se pregna del estilo inconfundible de Diana Volpe y resalta por la expresividad y alteración de la condición humana que le imprimen los actores, más que por el dinamismo de la escena.
El público recibió la pieza con mucho apego, lloraron y rieron como si fuera un espejo de su propia piel, porque es cierto que “todo el mundo tiene un problema de piel”. Cabe destacar la especial atención del grupo Hebu Teatro y del Teatro Luis Peraza que por un bajo costo presentaron una pieza bonita y hasta sirvieron pasapalos al terminar la función.
Dirigida por Diana Volpe e interpretada por José Miguel Dao , Nakary Bazán , Abel García, Maria Gabriela Díaz , Pablo Andrade, Carola Vidal, Gabriel Agüero, Rossana Hernández, Domingo Balducci , Darwin Barroeta, Yuri Pita, Germán Manrique , Maria Alejandra Rojas, Jonell Páez , Javier Figuera, Bibi Amaya, Carlos Maza, Ana Arroyo y Marlene Silva. La pieza se estará presentando en el Teatro Luis Peraza martes, miércoles y jueves a las 7.30pm y a partir del 30 de noviembre en la Sala Anna Julia Rojas los días martes, miércoles y jueves a las 7.00pm hasta la primera semana de diciembre. La entrada tiene un costo de 40Bs general, estudiantes y tercera edad 20Bs.
Gracias a Elvis Chaveinte por el hermoso trabajo fotográfico.
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