Caracas Dos Máscaras: La casa de Bernarda Alba

27 mar 2011

La casa de Bernarda Alba

Hilo y Aguja
El bolero era lo único que calmaba a esas ansiedades y cuerpos inertes, indeseables e inmaduros
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Por Claudia Aguirre.
@Clau2812

            Lo primero que capta tu atención es la vitrina con figuritas de porcelana, pequeñas doncellas que pareciera que hacen una danza, pero realmente están solas y petrificadas; así es el sentimiento de cinco mujeres que perdieron la oportunidad de madurar y todavía sienten como adolescentes y se sostienen de una intimidad particular.

            El inconsciente de estas cinco “niñas” está limitado por la cerca de esa gran casa y el encierro que produce la voz de Bernarda Alba, una madre que con un bastón, permitió taparse los ojos y confió en su yugo. Esta es la crítica que García Lorca hacia de aquellos tiempos donde las hijas menores no se les permitía casarse y en la que las miradas pérfidas son el único indicio que demuestran el deseo carnal de esas hermanas por Pepe “El Romano”, un personaje ausente que carga e hincha las envidias y el riesgo por amar.

            En esta pieza se percibe en el espectador el luto que Bernarda impuso en sus hijas y el marco moral y religioso que caracteriza a los escritos de García Lorca. La envidia y el odio determinan el descontrol del yugo y los secretos de las hermanas por ser tocadas y reveladas; es decir, ser codificadas por su sexo, ser identificadas como mujeres y no como un uso monetario que es lo que se pensaba de las intenciones de este persona ausente Pepe “El Romano” al pretender a Angustias, hija mayor de Bernarda.


Hilo y aguja para las hembras, látigo y mula para el varón.
Bernarda

            Es una tragedia que despierta a la femineidad y se le podría comparar con la obra de Laura Esquivel, Como agua para chocolate, por ese ambiente oscuro y reservado demostrado por la latencia entre el amor y la acción de la mujer por lograr sus anhelos. Con símbolos como el bolero calmaban a las fieras internas que se despellejaban por tener al hombre de Angustias, además de ser los únicos momentos donde podían sentirse seguras las unas de las otras; con el agua calmaban el calor no solo producido por el clima sino por las quemaduras en sus pensamientos y en sus sexos; con el bastón señalando el piso, se mostraba el yugo de Bernarda y su más grande miedo: perder a una de sus hijas; con las figuritas de porcelana al ser destruidas por Adela, la ruptura y pesadumbre de vivir en el encierro, dentro de la vitrina y dentro de esa sala, donde transcurre la acción principal.

            Es una opción imperdible en la sala 2 del Teatro Celarg, se estará presentando hasta el 27 de marzo, de jueves a sábados a las 8:00pm y los domingos a las 7:00pm, es dirigida por Orlando Arocha del Grupo Contrajuego. Costo de la entrada: 70Bs.F

Mujer, si puedes tú con Dios hablar
pregúntale si yo alguna vez
te he dejado de adorar.
Perfidia – Los Panchos

1 comentario:

  1. Anónimo3/27/2011

    Hermoso Clau! ♥
    Espero que sigas escribiendo para el blog.

    Paty.

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