Caracas Dos Máscaras: Ocho rubias platinadas

31 ene 2012

Ocho rubias platinadas

El crimen de las rubias

Las mentiras maquilladas educadamente se desvanecen al conocer el asesinato. 

Por Patrizia Aymerich
@Patifini
Imágenes de Maki Ochoa

Platinadas, rubias, pintorescas. Siete son las que se ven entrando y pronto llegará la octava. Hablemos de ellas como si fueran extrañas, porque aunque pertenecen a la misma familia, hoy se dan cuenta de que no se conocen. Han vivido en una mentira, creyéndose apoyadas las unas a las otras, y faltaba un detalle para caer en esta percepción: la muerte de la cabeza de la familia, Marcel. Un detalle, ¿no?

Ni una esquina se le escapó al Teatro del Contrajuego, en una gran escenografía que podría situarse bastante bien en una película holliwoodense ambientada en la época decembrina. Sumar a esto el cobre de las hojas otoñales que están plasmadas en la pared de fondo, provoca una discordancia sutil que llena el espacio y permite pensar que la obra será acelerada. No hay huecos en las paredes, no hay huecos en el relato.


El tiempo de la obra transcurre con la vertiginosa energía de 8 personajes particulares que, más que perversamente plásticas, podría decirse que buscan esconder sus verdaderas intenciones bajo una vestimenta pomposa y unos cuantos billetes. El cambio de los personajes a medida que se desenvuelve la historia ofrece una variedad que permite al espectador disfrutar de Mami, Gabi, Pili, Tina, Bibi, Lili, Susi y Cati, claras y sólidas, aunque de vez en cuando el hilo de la historia sufra ciertos espasmos de calma-aceleración.

Los asistentes deben estar pendientes de no hacer trastabillar la atención de la red de situaciones que se sueltan al final de la pieza para descubrir el crimen. En algunas ocasiones se pierde la imagen clara de lo que pudo haber ocurrido esa noche en la habitación del señor Marcel, posiblemente por la escasez de movimiento y el afianzar el final únicamente en la voz de Cati, siendo este el personaje de menor fuerza.

Las insinuaciones coloquiales dentro de los años 50 de la pieza, muy propio del gran director Orlando Arocha, y la versión de una Diana Volpe que apuesta por comedia y no por los dramas en los que estamos acostumbrados a verla, hacen de Ocho rubias platinadas una propuesta diferente dentro de la cartelera teatral.



Ocho rubias platinadas, en su original Huit Femmes de Robert Thomas, se presenta en el Teatro Trasnocho los viernes y sábados a las 8:00pm, y domingos a las 6:00pm. Costo de la entrada: 140 Bs.

No hay comentarios:

Publicar un comentario