Caracas Dos Máscaras: Después de la lluvia

29 jul 2012

Después de la lluvia


La lluvia disipará el humo

Las expresiones e impresiones que emulan los personajes al encender los cigarrillos nos hacen pensar en que viven una suerte de orgasmo, de éxtasis o de saciedad


Por Daniela Mejía
Imagen archivo

Ocho exquisitos personajes, con sus características, inmoralidades, desenfrenos, aptitudes e historias suben a una fría azotea para complacer el vicio, necesidad, gusto o imperfección -usted llámelo como quiera- de fumarse un cigarro.

Llenarán tan vago espacio de infinita humanidad, de obsesiones personales, chismes e intimidades, desplegando todo un abanico de situaciones que harán al público saborear todo un espectro de realidades humanas, psicológicas, sociales, y disculpen la redundancia HUMANAS.


Los cuerpos en caída libre que “explotan por dentro”

Las expresiones e impresiones que emulan los personajes al encender los cigarrillos nos hacen pensar en que viven una suerte de orgasmo, de éxtasis o de saciedad, que los convierte cada vez más en hombres y mujeres. Este sencillo motivo, más los deseos, que en algunos casos se convierten en agendas, los llevan a enlazarse unos con otros hasta encontrarse. Después de tanto invocarse  justo después de la lluvia.

El “Monstruo impersonal y devorador” al ser encendido provoca una reacción en la sencilla iluminación que acompaña y marca los hitos de la pieza con la simple variación de su intensidad.

Igual de llano -sin ánimos de criticar el arte del montaje sino todo lo contrario- se muestra el contraste entre la azotea de tejas grises con el magenta de los uniformes de oficina. Por supuesto, cada actor muestra accesorios relacionados a su status y cargo dentro de la opresiva empresa.

Sin embargo, la empresa, por más asfixiante que resulte a sus trabajadores fumadores y por más escalado que resulte su organigrama, deja salir por el mismo ducto de aire a las personas que independientemente de su status se entregan al placer tan ansiado de una o varias bocanadas de nicotina.

Beatriz Valdés, Eulalia Siso, Haydée Faverola, Malena González, Rossana Hernández, Ricardo Nortier, Agustín Segnini y Jesús Cova deleitan a los espectadores, quienes entre tan variado coctel de situaciones y personalidades, y entre tantas entradas y salidas de personajes no tienen la oportunidad de llevar la mirada fuera del escenario. Pues la única posibilidad de distracción puede ser la ansiedad que responda a una gran mentira: ¡Esta no es, ni remotamente, una obra libre de humo!

La obra se presenta en el Teatro Trasnocho. Las funciones son los viernes y sábados a las 10:00 pm, y los domingos a las 8:00 pm. Las entradas tienen un costo de 140 Bs. 

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