Tres
monólogos cítricos y diferentes
La pieza presentada en el Teatro Escena 8 refleja, en un compendio de tres monólogos, algunos escenarios cotidianos que son más comunes de lo que pensamos
Por Ma. Gabriela
Blanco-Uribe F.
@gabybuf
Imágenes prensa
Tres monólogos, tres vidas, tres personajes y
puntos de vista. Una muestra de las situaciones y problemas que nos encontramos
a lo largo del camino. Gente que conocemos y que, sin saberlo, nos cambian la
vida. Estas Mandarinas nos presentan escenarios
cotidianos que son más comunes de lo que nos gustaría admitir.
Esta pieza escrita por la venezolana Carmen
García Vilar y dirigida por Moisés Guevara, intenta relatar el mensaje universal de que el mundo es más
pequeño de lo que creemos y que nunca sabemos que nos depara en futuro. ¿A
quién conoceremos? ¿Qué veremos? ¿Qué escucharemos? Son algunas de las interrogantes
que nadie puede responder pero que todos nos hacemos de vez en cuando.
En la primera parte -protagonizada por Sandra Villanueva- se narra la historia de
una joven que se encuentra en una diatriba en cuanto a cómo manejar y enfrentar
a su pareja, quién ha resultado, por menos, decepcionante. El guión es muy
movido y acertado, lo que produce de manera inmediata las carcajadas del
público.
Por otra parte, el segundo monólogo -interpretado por Arturo de los Ríos- resulta confuso
puesto que la identificación del personaje no tiende a ser definida desde el
principio, lo que termina siendo un factor de distracción en la trama. Es solo
al final cuando se revela realmente su identidad. Asimismo, es difícil
reconocer los niveles del personaje, que tiene a ser pesado y algo aburrido por
la falta de desarrollo.
La tercera interpretación que es llevada a cabo por Andreina Álvarez, levantó un poco el
ánimo del público, toda vez que reflejaba una de las situaciones más comunes
dentro de nuestra sociedad. Esta historia es divertida y conmovedora al mismo
tiempo. Se trata de una mujer de clase baja que se pasa la vida en un autobús y
resulta ser muy conversadora y confianzuda. Sin embargo, el desenlace se vuelve
un poco perturbador por la rapidez del cambio de ánimo del guión, una ruptura
casi visceral que el público no se espera.
Para poder hilar estas historias, que en su
contenido no tienen nada que ver una con la otra -y que dejan de lado cualquier
relación con las mandarinas- se presenta una escena final en la que conversan
dos de los protagonistas. Estos personajes explican como es que, precisamente,
la vida se asemeja a una de estas frutas cítricas: como su cáscara, que se ocupa
de mantenernos a todos juntos, como sus gajos.
Mandarinas se presenta en su primera
temporada, del viernes 26 de octubre al domingo 25 de noviembre, con funciones
viernes, sábados y domingos a las 8:00 pm en el Teatro Escena 8. Las entradas
están a la venta en www.ticketmundo.com y en las taquillas del teatro.
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