La Caja de Fósforos agrupa 10 obras bajo un mismo concepto. El piquete, una iniciativa que reúne textos de 10 dramaturgos escenificados por 10 directores y más de 50 intérpretes durante cuatro fines de semana
Por Daniel Fermín - El Universal
El proyecto, a cargo de Carla Mariña y María Gabriela Díaz, contó con la curaduría de Diana Volpe y Orlando Arocha. Entre todos eligieron obras y convocaron a los participantes. "Será una especie de festival de semimontajes en el que cada obra se presentará dos veces", dijo la productora Carla Mariña, que también actúa en una de las piezas de la propuesta.
Necro-lógica, de Nathalia Paolini, abre la programación (salvo en la clausura, habrá dos obras por día). Alí Rondón (del filme Hermano) y la propia Mariña protagonizan el montaje que dirige Elvis Chaveinte. En la historia, que estará en cartelera hasta mañana, una mujer que decide acabar con su vida descubre que en la muerte hay un punto de inicio.
Cambiemos de vida, de Adolfo Oliveira, sigue en el listado. En la obra, dirigida por Caque Armas, un ejecutivo cambia de vida con un mendigo tras ganar una apuesta con su jefe. Actúan María Alejandra Rojas, Newman Vera, Ángel Pájaro y José Vicente Pinto.
El viernes 16 de agosto habrá otros dos montajes en la sala. El fiscal, cuando la justicia es asesinada, una pieza de Genny Pérez, puesta en escena por Oswaldo Maccio, que indaga en la muerte de Danilo Anderson. Alrededor de la mesa, un tríptico acerca de las relaciones de pareja a lo largo del tiempo, escrita por Nayaurí Jiménez y dirigida por Gabriel Agüero, completará la jornada.
Hay que matarlos a todos, original de Heydee Faverola (que también la dirige), mostrará a Diana Volpe en el papel de una viuda con un pasado oscuro que la envuelve en un ambiente hostil marcado por la inseguridad y la matanza; mientras que No molestar!, de Jorge Cogollo, montada por Guaricho Torres, ofrece cuatro relatos que dibujan las relaciones humanas en situaciones adversas.
La homosexualidad será otro de los temas del ciclo teatral. Fernando Azpúrua escribió Niños lindos (dirigida por Rossana Hernández), en la que el fantasma de un relación prohibida volverá a la vida del personaje principal para hacerle saber quién es en realidad. También se montará Tenebros, una adaptación que José Miguel Vivas hizo de El corazón de las tinieblas (la novela del polaco Joseph Conrad). Dirigida por Jericó Montilla, tiene hasta 26 actores en escena.
La programación incluye, además, otros dos montajes: Laik a viryin, de Karin Valecillos (Luis Ramírez estuvo a cargo de la puesta), sobre una chica que viaja a Estados Unidos porque quería ser Madonna, y La habitación de atrás, de Ricardo Nortier, dirigida por Carolina Torres, acerca de dos personajes que discuten en torno a un cuarto que representa diversas experiencias de vida. La obra de Nortier cerrará el ciclo con una única función.
La soledad, la ambición, los sueños rotos, la impunidad, la muerte, la sexualidad. "La idea era tener textos que reflejaran temas variados: la diversidad, el hastío matrimonial, las relaciones, la inseguridad. Una radiografía de lo que nos pasa como hoy país. Se trataba de darle cabida a todos", dijo la actriz Diana Volpe, una de las experimentadas del grupo.
El piquete reúne a artistas jóvenes con otros con mucha mayor trayectoria en el país. Todos unidos por el teatro. "Queremos manifestar arte. Que la gente se entere de que aquí hay talento, que aquí se va a venir a ver un teatro de calidad", concluyó María Gabriela Díaz. Así, la propuesta, en su conjunto, ofrece un collage de piezas contemporáneas que buscan su espacio en el sector.
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